miércoles, 8 de febrero de 2017

Play to Live - Capítulo 7 Parte 1

Capítulo 7 parte 1


Traductor/Editor: Una moribunda Mermelada.
Corrector: Crys (Es cierto lo que dice mermelada XD)

Me estiré en la cama disfrutando de esa maravillosa sensación de fin de semana. Sin alarmas despertadoras, sin precipitados desayunos antes de salir a toda velocidad al trabajo, junto a otros igualmente adormilados y gruñones -nunca supe el por qué- compañeros ciudadanos.

El canto de las aves se colaba a través de las ventanas abiertas. La pesada puerta casi bloqueaba el sonido de la planta baja: silenciosas voces y el chirrido de los platos. Alguien estalló en una animada risa. El olor a tocino frito acarició mis fosas nasales. Me estiré con una feliz sonrisa -mis articulaciones no crujieron ni chasquearon- me senté con un movimiento fluido, disfrutando la sensación de un cuerpo perfectamente sano. El pensamiento de su potencial utilidad me intoxicó. Suficiente de tanta palabrería. Es momento de matar algunos gnolls. Ellos deben haberme extrañado.

Antes de salir, decidí gastar mi última moneda de oro en otra noche. El posadero recogió la moneda de la barra pregunto: "¿A qué hora debo esperarte?"

"No antes del anochecer, supongo. Tiempo de derramar algo de sangre de gnolls."

Él asintió en entendimiento y me respondio: "Espera un segundo. Lo dispondré para algunos emparedados."

Mierda. Sigo olvidando comer. Esto no es el mundo real, donde puedes saltarte una comida. Aquí, una vez hambriento, será mejor que te apresures el doble de rápido en cualquier cosa que estés haciendo antes que se te agoté la mana.

"Gracias, señor. Lo olvidé completamente."

El posadero me dio una sonrisa de conocimiento, como diciéndome que él había sido joven alguna vez.

La mesera con cara sonrojada se apresuró en salir de la cocina y me ofreció un paquete de tamaño considerable y un frasco aún caliente. Miré adentro.

Emparedado Los Tres Cerditos, cortesía del chef. Cantidad: 5.
Uso: +3 de fuerza, +3 de constitución por 2 horas.

Té de Hierbas Fuerte
Uso: Acelera la regeneración de mana en 3% por 2 horas.

Sorprendido, miré al posadero. "¿Está seguro? Estas cosas cuestan más que la moneda de oro que te di por la habitación."

Me guiñó, sonriendo: "Va por la casa, chico. Eric me sopló anoche acerca de ti. Eres uno de los lugareños, casi. Está bien, en serio. Solo disfruta de tu comida."

Le agradecí nuevamente, ansioso, empaque los aperitivos de delicioso olor y me dirigí a la puerta.

En mi camino a la Colina Gnoll revisé mi lista de amigos. Cryl estaba desconectado. Pero la triste chica Taali estaba aquí. Le envié una gran sonrisa, solo para animarla. Un par de minutos después recibí una atrevida cara guiñando. Mi humor subió unos cuantos grados. La vida continuaba.

Ahí estaba, la colina de ayer, todavía con un montón de personas, pero nada como anoche. No iba a unirme a un grupo, por ahora no. Quería jugar en solitario por un tiempo para explorar el potencial de mi personaje.


Desperté a un zombie dentro del promedio, atrayendo algunas miradas curiosas en el proceso. No era muy común que vieran a un Necro, justo aquí, en el corazón de Las Tierras de la Luz. Puse las restantes Piedras Almas en un bolsillo a parte en caso que tuviera que despertar de nuevo a una mascota en pleno apogeo de batalla.

Y entonces nos fuimos a cocinar.

4 horas y 2 muertes estúpidas después, ya era casi nivel 9. 2 piezas de oro sonaban en mi billetera, más 600 de cobre. Afortunadamente, el dinero virtual no pesaba mucho: 100 piezas equivalían unas 2 libras y media.  2 veces había ido a la ciudad a deshacerme de mi botín de poca importancia. Tenía cerca de 40 brazaletes y la misma cantidad de Piedras Alma. Las pocas muertes fueron resultado, principalmente, de un par de eventos desafortunados en cadena. Los gnolls tenían una zona de aggro amplío con sus constantes movimientos escurridizos y los mensajeros corrían de aquí para allá. Resultando en no ser un buen lugar para una cacería sencilla.

No estaba aburrido; corriendo en constante adrenalina, mientras escarbaba felizmente en los cuerpos en busca de pescar la recompensa. Pasé mis descansos de meditación vagando en el chat de la localidad. Alguien aún buscaba un Oso Rojo*, ofreciendo primero 3 monedas de oro y luego 10 por la ubicación aproximada de la creatura. Una misión de mascotas, aparentemente. Insignificantes vendedores callejeros discutían entre ellos comprando y vendiendo cosas. Los Brazaletes estaban en constante demanda, así que podría regatear un poco si quería. Ya que había un montón de compradores alrededor.
(NT: En el capítulo 4, en el chat, se ve a alguien en busca de Oso Rojo/Red Bear ofreciendo 1 de oro.)

Habiendo recuperado todo el mana, me levanté, limpiando el polvo de mis pantalones mecánicamente. Tengo que conseguirme algo de ropa, en serio, tener que caminar por ahí en el kit gratuito básico, como si fuera un nuevo. Y la capa… es mejor no decir nada sobre ella. Solo esperaba que Taali escogiera un sitio de leveleo diferente.

Noté a un jugador arquero aparecer desde el bosque cercano, su salud parpadeaba en un alarmante color naranja. Él dio una docena de pasos, se giró hacia los árboles y disparó unas cuantas flechas a un objetivo que aún no veía. Su equipamiento era bastante impresionante, su armadura destellaba con complejos trazos, sus anillos resplandecían con gemas. E incluso las flechas que disparaba dejaban un extraño residuo morado en el aire.

Lo miré detenidamente. Karish, Nivel 38.

Un pez gordo, demasiado grande para esta ubicación. ¿A quién le estaba disparando?

Entonces lo vi. Al mismísimo Oso Rojo, tan grande como su vida, y 2 veces más feo. Cerca de los 2.07 metros de largo de hombros, cubierto con flechas como un alfiletero y estaba también 2 veces más atemorizante. Sus desenfrenados ojos chispeaban en amarillo, cada uno del tamaño de un plato. La bestia revelaba sus dientes, cada uno como una daga larga.


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