Capítulo 64 Parte 3 - La futura esposa del príncipe se fugó con un hombre (2)
Traducción: Koh
Edición: Crys
Corrección: Crys
“Estoy bien. Habla un poco más bajo. No permitas que ella escuche."
Aunque los bordes de su boca todavía tenían sangre negra, el brillo en los ojos y la sonrisa de Feng Cang eran visible. Finalmente, ella se quedaba. Sin importa si ella era feliz o no, él creía que su sinceridad podía incluso afectar el metal y la piedra, por lo que seguramente podrá mover en algún momento su corazón.
"Príncipe, ¿vale la pena...?"
Jin Mo suspiró sin molestarse en terminar su pregunta. Esta noche, casi se preocupó por su muerte. Al sentir el miedo de pensar que cuando Feng Cang viera el ‘amor’ de Murong Qi Qi, entraría en estado de shock, lo que estimularía el veneno gu* en su cuerpo.
(T: es un veneno basado en sellar varias criaturas venenosas dentro de un contenedor donde se devoran mutuamente y supuestamente concentran sus toxinas en un único superviviente)
Afortunadamente, había regresado a salvo, pero también trayendo con él a Murong Qi Qi . Esto provoco que Jin Mo se sintiera algo infeliz. Pero en comparación con eso, que Feng Cang regresara sano y salvo aun lo hacía sentirse satisfecho.
(E: no soy fuyoshi, pero este ji mo como que batea para el otro lado y como que también pareciese que estuviera en una relación no correspondida con su “amigo”)
Después que los demás se retiraron, Jin Mo le practico acupuntura a Feng Cang. El tratamiento anterior, que había sido interrumpido, había dañado mucho el cuerpo de Feng Cang como resultado, por lo cual esa noche, sería una noche sin dormir otra vez. Esos atacantes habían venido bien preparados, incluso en realidad, eligieron la noche de la luna llena; cuando Feng Cang caia enfermo para atacar el campamento. ¡Realmente maldita sean ellos!
"Jin Mo, no entiendes."
Feng Cang cerró los ojos y recordó cada sonrisa y ceño fruncido de Murong Qi Qi. Y luego, después de recordar su expresión enojada y reacia, su humor mejoró. Sin terminarle importando que antes, su corazón estuvo en su garganta debido a la preocupación que sentía por la partida de Murong Qi Qi…
"Jin Mo, eres una persona de sangre fría, aparentemente despiadada, pero de hecho en el fondo, eres extremadamente empática. Si realmente conocieras a tu verdadero amor, no vacilarías aún más que yo.”
"¡No creo en nada de eso!"
(E: porque aun el amor no te ha patiado :v)
Jin Mo no creía en las palabras de Feng Cang. Toda su vida, solo había perseguido la excelencia de la medicina. ¿Amor? Esa cosa era para pasar tiempos aburridos. Y él ni siquiera tenía algún tiempo para descansar.
El mayor deseo de Jin Mo era curar a Feng Cang. No se trataba solo de amistad, sino que se trataba de superarse a sí mismo. Alcanzar soluciones a problemas médicos imposibles de resolver eran los que más le interesaban a Jin Mo, pero en cuanto a mujeres se refería, simplemente eran especies problemáticas. Deseando así poder evitarlas todo lo posible y mantenerse a distancia, ¿Cómo podría tener sentimientos hacia ellas...?
"¿Te atreves apostar conmigo?"
Feng Cang abrió los ojos y sonrió mirando los fríos ojos de Jin Mo. En este momento, sus ojos ya no tienen la bruma de felicidad previa, sino que eran translúcidos, mostrando que el dueño de este cuerpo estaba de muy buen humor.
"Apuesto a que si conocieras a una mujer de la cual te enamoraras; ¡No dudarías en dejar que la polilla vuele hacia la llama!*”
(E: atracción fatal, le esta diciendo que si se llega a enamorar será de esos que haría cualquier cosa por ella o por el *tos tos*)
Bajo la luz de las velas, la ‘realidad’ en los ojos de Feng Cang sorprendieron a Jin Mo, pero rápidamente sus manos comenzaron a estar ocupadas de nuevo. Él no sería como Feng Cang, que debido a Murong Qi Qi, fue capaz de perseguirla, independientemente de la gravidez de su enfermedad. En cambio, el nunca sería capaz de dar su vida por una mujer.
"Príncipe, ¿Quieres apostar? Bien. Pero si pierdes, debes cooperar con mi tratamiento. No puedes ser como hoy. En mis manos, no hay ninguna persona que haya muerto. ¡No manches mi reputación!"
"¡De acuerdo!"
Al ver que Jin Mo era tan tonto, Feng Cang solo sonrió y aceptó el trato. Luego cerró los ojos nuevamente y aceptó el tratamiento.
Toda la noche, Jin Mo no descansó. Había estado tratando a Feng Cang con acupuntura. Solo cuando el horizonte se ilumino con los primeros rayos de luz, Jin Mo le quitó las agujas y se secó el sudor de la cara con un pañuelo blanco.
"Príncipe, la próxima vez, no puedes ser tan testarudo como esta vez. De lo contrario, incluso si mi maestro está aquí, no podría curarte."
Jin Mo luego de decir eso, ayudó a Feng Cang, advirtiéndole aun repetidamente.
"¡Lo sé!"
1 comentario:
Gracias por el capítulo 😆👍
Publicar un comentario