Capítulo 11 - Ataque Sorpresa
“Tengo hambre.” Sin entender qué era lo que decía Jun Wu Yao, Jun Wu Xie solo pensaba en recuperar sus fuerzas lo más antes posible, lo mejor era que ella misma ajustara sus huesos, a qué dejar que ese grupo de sanadores mediocres la seguirán atormentando con su estructura ósea que de seguro se destruiría.
Dejándoles la alimentación de Jun Wu Xie a las sirvientas, la silueta de Jun Wu Yao desapareció dentro de la mansión del duque.
Después de dejar el Ducado Lin, desde principio a fin la cara de Bai Yun Xian mostraba expresiones de insatisfacción. Sin importar como Mo Xuan Fei la tratará de entretener, no le prestaba atención a nada.
“De no ser por darte honor, ¿Crees que podría venir a este tipo de lugar? Una insignificante Señorita de la familia de un duque, que se cree digna.” Bai Yun Xian dijo mordiéndose una esquina del labio. Siendo la discípula del líder del Clan Qing Yun, cuantas personas le rogaban que fuera a curarlos, pero ella les reusaba prestarles atención. Esta vez mirando a la dignidad de Mo Xuan Fei, fue que ella, renunciado a su dignidad y disminuyendo su honor vino a la mansión del Duque Lin, pero nunca pensó que inesperadamente sería echada.
Este tipo de humillación nunca la había tenido.
“Yun Xian no te enfades, qué necesidad hay de ponerte al mismo nivel que con esa basura.” Mo Xuan Fei tolerantemente la consoló.
“Tu siendo príncipe, quieras bajar tu cabeza frente a un subordinado, realmente tienes un buen temperamento.” Bai Yun Xian rio fríamente.
La cara de Mo Xuan Fei no pudo evitar sentir cierta vergüenza.
“No te enfades, a lo mucho te ayudaré a vengarte.” Consolar a Bai Yun Xian era lo más importante.
Como era de esperar, las palabras de Mo Xuan Fei hicieron que la cara de Bai Yun Xian se volviera mucho mejor.
“Recuerda lo que me prometiste.” dijo Bai Yun Xian.
“No podría olvidarlo.” Mo Xuan Fei suspiro aliviado.
Con el propósito de hacer que Bai Yun Xia sonriera, Mo Xuan Fei no regresó de prisa a su residencia, sino que trayendo a Bai Yun Xia a que se sentara en un carruaje bajo la escolta de guardia imperiales, salió de la ciudad en busca de un mar de rosas que alegraran a su amada, y no fue hasta caer la noche, que Bai Yun Xia volvió a sonreir. Mo Xuan Fei tranquilo llevo al escuadron de vuelta a la ciudad.
En el carruaje que regresaba a la ciudad, Mo Xuan Fei agarrando la mano de Bai Yun Xian, se acurrucaron, esas dos personas muy juntamente.
De repente, el carruaje se detuvo.
El carruaje abruptamente detenido, hizo que la dos personas dentro por poco se fueran de cabeza.
“¡¿Qué es lo que pasa?!” Mo Xuan Fei recrimino bravo.
Sin embargo, afuera del carruaje no hubo una sola respuesta, las voces de los insectos de medianoche en este momento parecian especialmente ensordecedores.
Sin conseguir alguna respuesta, Mo Xuan Fei completamente exasperado se bajó del carruaje. En medio de la noche negra, todos los guardia tenían las manos alzadas sosteniendo las antorchas, parados en su lugar sin moverse.
“¡¿Por qué nos detuvimos?!” Mo Xuan Fei dijo molesto.
Pero a su pregunta, no hubo ni un sonido de respuesta por los guardias.
Usando la luz de las llamas, Mo Xuan Fei observo al frente de este pelotón. Una silueta negra silenciosamente estaba parada ahí, la negra noche sobre su cuerpo lo envolvia en una capa de sombra, la débil luz del fuego no iluminaba la apariencia de esa persona.
“¿Qué está ahí?” Mo Xuan Fei se puso en guardia, Bai Yun Xian siguiéndolo, se bajó del carruaje.
La silueta negra al frente de las tropas y bajo la observación de las dos personas, lentamente alzo la mano y ligeramente abrió la palma de su mano. En el aire abruptamente, la apretó fuertemente convirtiéndola en un puño.
En un instante, los cuerpos de todos los guardias explotaron al mismo tiempo, ¡Sangre hirviendo se desparramó por todos lados!
“Ah!” de la boca de Bai Yun Xian salió un grito miserablemente afligido, casi 100 guardias imperiales al mismo tiempo auto explotaron, haciendo que un líquido que traía una mezcla entre carne y sangre se les pegara al cuerpo. El pegajoso y grasoso líquido cubría, su una vez, magnífica falda ondulante.
Las llamas que cayeron al suelo encendieron en un instante los alrededores del carruaje, feroces llamas resplandecientes hicieron que Mo Xuan Fei y Bai Yun Xian se abrazaran juntos.
Detrás de las llamas, esa silueta larga se retiró lentamente cuando se desarrolló esta escena.
“Lastima, no tengo el temperamento así de bueno como Wu Xie.” La silueta negra a la luz de la luna soltó una voz ligera, como un murmullo que traía consigo una sonrisa, se fue bajo la despedida alegre de las llamas.
(E: :o este tipo si me cae bien XD)
6 comentarios:
Esta genial!!!
oh dios...revento 100 hombres inocentes y dejo vivos a los unicos 2 q si merecian un cruel destino
me encanto ajjajajajajajajajajajajjajajajajajajajaajjaajajjajajajaa
es un insulto a esos dos, em encanto! jajajajaja *-*
Gracias!! Que acojone
Pobres soldados imperiales, cuántas esposas e hijos huérfanos todo por nada 😦
No entiendo como le afecta a ese par de arpias la muerte de los inocentes soldados
También me siento mal por los guardias... solo espero que más adelante esos dos sufran más... jeje
Gracias...
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