miércoles, 13 de diciembre de 2017

Poisoning The World - Capítulo 123

Capítulo 123 - La intención del 6º príncipe (1)


Traducción ENG-ESP: Crys
Edición: Fiore (la esclava)
Corrección: Crys


Su mente se agitó cuando estaba a punto de pasar el carruaje. De repente se cubrió el vientre con la mano y dijo: "¡Ay! ¡Me duele el estómago! Gran Hermano, vete primero. Necesito encontrar un lugar para hacer del número 2. Solo tomará un momento. Deberías ir y alinearte por mí..." Ella se deshizo del fuerte agarrón de la mano de Dientes Amarillentos a la suya, y en un instante, corrió hacia un rincón oscuro.

"Eso... justo como un pequeño conejo bebé. Como dijeron, una persona perezosa encontrará muchas excusas para retrasar el trabajo. ¡Date prisa! Si llegamos tarde, no podremos conseguir nada de ropa..." Dientes Amarillentos gritó, hacia algún lugar detrás de él, pero no la esperó. Corrió hacia adelante ocupándose de sus propios asuntos.

Él, un viejo zorro, sabía que el evento de las autoridades que proporcionaban papilla no era tan simple como parecía. Si llegaba tarde, tal vez ni siquiera habría un plato de verduras por luchar...

Todos los mendigos corrían uno detrás del otro con desesperación, al punto en que nadie notó la pequeña piedra que voló sobre sus cabezas, hasta que golpeó la pierna de uno de los mendigos en la parte delantera de la muchedumbre. Esa persona lanzo un grito de dolor antes de caer de bruces. El mendigo que lo seguía se tropezó de repente con sus propias piernas y también se cayó. Esa caída provocó una reacción en cadena masiva, y uno tras otro, en un gran radio, los mendigos fueron cayendo como las piezas de un dominó, mientras maldiciones eran lanzadas en todas las direcciones.

Entonces, aquel desastre que azotó a los mendigos alarmó a los guardias imperiales cerca del carruaje. Ambos atraídos por el ruido, voltearon a un lado para ver lo que sucedía encontrándose la imagen de un grupo de mendigos cayendo en el caos. Con tal escena, no pudieron evitar reírse, mientras miraban como aquel espectáculo se desplegaba. Distraídos, no notaron la pequeña sombra que sigilosamente se acercaba al carruaje, en silencio, la sombra desplegó una tabla bajo el carruaje y en tan solo el fugaz momento en que desviaron la mirada, esa silueta ya había desaparecido.

Después de un rato, el 6º Príncipe, Ji Yun Hao, salió con su delicado rostro levantado. Detrás de él, un grupo de concubinas llorosas lo siguió, esperando que Ji Yun Hao subiera a su carruaje. Una tras otra, se acercaron a él, llorosas y reacias a separarse de él...

La hermosa cara de Ji Yun Hao estaba fría. Ignorando el afecto que mostraban todas ellas, mientras los 2 guardias imperiales lo ayudaban a subir al carruaje.

"Príncipe, ¿Por qué emprenderá un viaje tan pronto? Sus lesiones aún no han sanado. No hay necesidad de irse con tanta prisa. Cuando su Majestad le ha permitido marcharse unos días después..." Una de las manos blancas y tiernas de una concubina se aferró a la ropa de Ji Yun Hao, mientras se lamentaba.

"¡Cállate! ¿Dijiste algo? ¡Solo soy un plebeyo ahora mismo, no un príncipe! ¿Quieres que sea culpable de desafiar el decreto imperial otra vez?" La voz de Ji Yun Hao resonaba helada, mientras abría la boca para regañar a su concubina.

Esa concubina no se atrevió a hablar más. En cambio, otra concubina agregó: "Prin- maestro, por favor, calme su ira. La hermana menor solo estaba preocupada por ti. Maestro, tenga la seguridad de que Su Majestad ciertamente no dejará que lo lastimen por mucho tiempo. Después de este momento turbulento, sin duda podrá regresar aquí una vez más. Maestro, esté tranquilo ya que nos aseguraremos de cuidar adecuadamente esta residencia y esperar su regreso seguro."

Las palabras de esa concubina eran más sensatas, lo que de alguna manera aliviaba el estado de ánimo de Ji Yun Hao. Él dijo con dulzura: "Esto es más apropiado. Todos ustedes regresen." Se giró y entró en el carruaje.

Todas las concubinas se sentían reacias a separarse de Ji Yun Hao por lo cual permanecieron allí un largo rato sin saber qué hacer después, hasta que el carruaje desapareció gradualmente en la distancia. Desde que Ji Yun Hao fue desterrado, no podía viajar en el carruaje de un noble, por lo que emprendió su viaje en un común pero lujoso carruaje. Pero para él, la comodidad que ofrecía estaba muy lejos de los estándares del carruaje de un noble.

Afortunadamente para su viaje, fue acompañado por 2 de sus mejores guardaespaldas personales. Sabía que sus artes marciales eran de 1º nivel y sus habilidades para manejar todo tipo de situaciones eran distinguidas. En este momento, uno de ellos fingía ser el conductor, sentado al frente.

Ji Yun Hao se sentó dentro del carruaje; sus heridas causadas por los palos reales* no eran ligeras. Aunque el médico en el palacio le dio la mejor medicina, no fue posible para él recuperarse hasta su punto máximo en tan poco tiempo. En este momento, las heridas todavía le dolían, y con los movimientos del carruaje, el dolor se sentía insoportable.
*(T: acuérdense que son unos palitos bonitos y gruesos que pegaban como el demonio y eran un método de castigo/tortura)

Esa chica debe haberle hecho algo a los palos reales. Si no, era imposible que el azote se convirtiera en un infierno tan doloroso.

Y aunque fue examinado por los innumerables médicos dentro del palacio, ninguno de ellos pudo determinar si fue envenenado o no.


3 comentarios:

Luis Rojas dijo...

Gracias por el capítulo 😆👍

BLOOD dijo...

Muchas gracias por el capítulo

nadia dijo...

Gracias por el cap

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