jueves, 16 de agosto de 2018

Demon Wan’s - Capítulo 68 Parte 2

Capítulo 68 Parte 2 - Las duras condiciones de la emperatriz viuda (2)


Traducción: Koh
Edición: Flor [No es fiore, es la nueva]
Corrección: Crys

Dongfang Lan estaba muy enojada. Feng Cang la había usado para chantajearla, lo que le decía ¡Que realmente se oponía a ella!

"¿Quieres casarte con ella? ¡De acuerdo, entrega tu cuenta de tigre* y abandona tu posición de príncipe!"
(T: un objeto de 2 piezas hecho en forma de tigre, utilizado en la antigua China como prueba de autoridad. La mitad de una cuenta se podría emitir a un oficial militar y esto se combinaría con la otra mitad cuando se requiriera la verificación.)

Las palabras de la anciana sorprendieron a todos, Feng Cang había estado a cargo de la cuenta de tigre durante muchos años y ahora, la emperatriz viuda estaba siendo así con él, ¿Estaba forzándolo a entregar el poder militar? Y peor, al quitarle su posición de príncipe, ¿No significaba esto que estaba degradando a Feng Cang al estatus de plebeyo?

La Emperatriz viuda y el callejón sin salida en el que había dejado a su nieto hicieron que la atmósfera se pusiera tensa. Los oficiales que estaban presentes miraban a Feng Cang y a Murong Qi Qi que estaba a su lado sin saber qué elegiría este príncipe Nan Lin.

Sin su poder militar y la posición de príncipe, él sólo era un plebeyo humilde que no poseía nada. ¿Feng Cang estaba dispuesto a renunciar a su alta posición, riqueza y poder por esa princesa basura de Xi Qi?

"¡Esto que me pides, aquí lo tengo!"

Las palabras de su abuela hicieron reír al hombre y, de sus brazos se quitó 2 piezas que conformaban una cuenta de tigre para posteriormente decir:

“Sin la persona que amo, ¿Qué significado tiene estar en una posición alta y tener prendas de brocado y comidas de jade?”
(e: Este hombre me supera, yo caigo rendida a sus pies si me dice eso.)

Al ver que verdaderamente su primo se deshacía de la cuenta del tigre, el príncipe heredero Wanyan Hong que estaba mirando desde su lugar, aparte de sorprendido se sintió emocionado, porque si Feng Cang descartaba su poder militar por una belleza, ¡Definitivamente él necesitaba obtenerlo!

Antes, este primo suyo se había basado en el hecho de poseer este poder en sus manos para ni siquiera mirarlo a los ojos, pero, si ahora él conseguía la cuenta de tigre, lo primero que haría sería matar a Feng Cang.

"Primo Hermano, ¿Por qué ser tan persistente?"

Wanyan Hong reprimió con toda su fuerza la felicidad secreta en su voz. Sin embargo, sus ojos seguían mirando la cuenta de tigre en la mano de Feng Cang.

“Descartar tu poder y herir el corazón de la abuela imperial por una belleza; ¿Por qué tienes que ser así? En la mansión de este príncipe heredero, hay algunas bellezas recientemente seleccionadas. Dentro de un tiempo, este príncipe heredero permitirá que te las envíen, así que, ¡No pelees más con la abuela imperial!”

"Jaja..."

Feng Cang entendió muy bien el significado de las palabras de Wanyan Hong y sacudiendo la cuenta del tigre en su mano, reveló una sonrisa a la vez que malvada, encantadora: “¿Acaso el príncipe heredero no quiso durante mucho tiempo esta cuenta de tigre? Ven y tómala, ¡Ah!”

Al escuchar a Feng Cang decir eso, Wanyan Hong extendió la mano para agarrar la cuenta, pero fue detenido por un chasquido del emperador Wanyan Lie y se retiró.

"Esta cuenta de tigre es del pequeño Cang. ¡Nadie más puede tenerlo!"

Wanyan Lie ferozmente miró una vez a su hijo Wanyan Hong. Este maldito niño que no había sabido estar a la altura de las expectativas e incluso en este momento, avivaba las llamas pensando en lo que no debería.

“¡Incluso si tuvieras la cuenta de tigre, también necesitas la habilidad para usarla!”

Las palabras de su padre destruyeron por completo la idea del príncipe heredero, porque sabía que lo que el emperador decía, era verdad.

El ejército de Bei Zhou había sido construido por Feng Xie con una sola mano. Más tarde, cuando llegó a las manos de Feng Cang, entró en un nuevo nivel. Todos sólo escucharían a Feng Cang y siendo sinceros, esta cuenta de tigre no era más que un adorno dado que, incluso si alguien la tuviera en su posesión, si el gran general no veía una carta escrita personalmente por Feng Cang, él no le escucharía. Esto hizo que Wanyan Hong odiara a su primo un poco más.

Mientras tanto, Qi Qi analizaba a la Emperatriz viuda, cuya aversión hacia ella no escondía y que le había permitido tener una mejor comprensión de la anciana.

El fundador de Bei Zhou, Wanyan Zhi, fue una vez el gran general de Qin, el reino anterior y siendo la esposa del general, Dongfang Lan también provenía de una familia de generales. Había hecho las cosas cuidadosamente y su personalidad que era directa, dejaba reflejar en su rostro tanto la alegría como la ira.  Ella era 100 veces más fuerte que esas personas que, con una cara sonriente luego te apuñalarían por la espalda.

Ahora Dongfang Lan había dicho esas palabras frente a todo el salón para molestar a esta chiquilla de Xi Qi y su forma de ser tan abierta y directa hizo que la gente la admirara, incluso Qi Qi sintió que la Emperatiz Viuda era una linda abuela. A ella le gustaban las personas directas, incluso si no les caía bien a estas.

En este momento, viendo a Feng Cang defendiéndola, hizo que Qi Qi se sintiera agradecida y muy conmovida, porque de un lado estaba la abuela que lo crió y del otro, la mujer a la que sólo había conocido hacía unos días; y eso sin mencionar el “hilo” que unía a Murong Tai y a la familia Feng. De cualquier modo, en este asunto no importa si se hablaba en términos emocionales o lógicos, Feng Cang no debería haber intervenido. Al hacerlo, sin importar cual fuera el resultado, sólo se lograría dañar el cariño unido por la sangre que había entre él y su abuela.

Después de todo, la sangre es más espesa que el agua. Aparte, Dongfang Lan era una anciana y si Feng Cang formaba un muro entre él y su abuela, la gente lo señalaría por ser poco filial y ella sería aún más el centro de las acusaciones.

En lugar de todo este problema, aceptar abiertamente la apuesta era lo más conveniente, considerando la personalidad directa de la anciana, si perdía, entonces no llegaría al punto de avergonzarse a sí misma y Qi Qi no le iba a hacer las cosas difíciles.
Asimismo, ella no quería que Feng Cang estuviera en una posición difícil, ni verlo con una expresión ceñuda…

Así como muchos de los presentes se preguntaban por el desenlace del asunto, Murong Qi Qi se inclinó sonriendo ante Dongfang Lan: “Gracias a la emperatriz viuda por darle a esta dama esta oportunidad. Bei Zhou seguramente obtendrá el 1º lugar en el torneo entre los 4 países. ¡Y definitivamente me convertiré en una buena jefa de familia!”

En ese momento, el aura de tolerancia que cubría a la joven desapareció, convirtiéndose en una de confianza incomparable que dejó a las personas sorprendidas durante un momento y la atmósfera que originalmente se encontraba cargada se disolvió por su sonrisa.

Por su parte, Dongfang Lan supo que esta princesa Zhao Yang había aceptado el acuerdo en el momento en que notó el cambio en el ‘yo’ humilde que había estado usando hasta el momento, por el confiado ‘esta dama’.


1 comentario:

Luis Rojas dijo...

Gracias por el capítulo 😆👍

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