jueves, 4 de agosto de 2016

Play to Live - Capítulo 2

Capítulo Dos



Por los siguientes 5 días estuve realmente ocupado. El sentimiento de que el tiempo se escapa entre los dedos me presionó más duro que cualquier entrenador motivacional. Si hubiera vivido toda mi vida como si cada día fuera el último, hubiera manejado un Bentley antes de llegar a los 30.

Para comenzar, reuní todo el dinero que tenía. Eso incluía recolectando unas cuantas deudas escritas muy bien. Uno de los deudores terminó con hipo, asombrado de mi postura agresiva. No sumó demasiado… acerca de 3 mil más o menos, de los cuales 400 y 4 preciados días fueron desperdiciados repitiendo exámenes en una clínica privada. Todo lo que hicieron fue confirmar el diagnóstico inicial. La única diferencia era que ese doctor de ellos insistía en que fuera inmediatamente internado para algo de cuidados adecuados y unas posibles semanas extras… o meses… de vida. Le dije amablemente que lo pensaría, entonces me marché. Buitres.

Malbaraté 500 más en un casino. En realidad, estuve a punto de ganar un par de miles, pero eso no era a lo que había ido a hacer, así que seguí apostándole al color doblando después de cada pérdida. En teoría, suponiendo que no hubiera limitaciones al tamaño de tu apuesta o de tu billetera, podría terminar sin perder dinero si renunciabas a tiempo. Pero mi billetera particular había renunciado después de haber apoyado al negro 7 veces mientras la rueda seguía tirando números rojos. El crupier suprimió una sonrisa burlona. Como si no supiera que él podía sacar cualquier número que le diera la gana. Lo que él no sabía era que estaba apostando mi vida, no solo mi dinero. Pero no hubiera cambiado ni una m*erda.

Por 3 días más estuve haciendo las rondas de comprar teléfonos celulares, consolas de videojuegos y demás a crédito en las tiendas al por menor. En las tardes, manejaba hasta el mercado y las vendía por ⅓ de su verdadero precio.

Ahora me sentaba en un restaurante de hamburguesa, mis piernas adoloridas estrechadas debajo de la mesa, mi estómago reacio a digerir como sea esa cosa que obstruye arterias que tenían en el menú. No tenía sentido tratar de vivir sanamente. Tenía derecho a cualquier cosa que quisiera, ya fuera comida o actividad. ¿Debería fumar un cigarrillo? Una verdadera lástima, considerando cuánto esfuerzo había puesto en dejarlo abruptamente un año atrás. Cierto, ¿Qué iba hacer mañana? Lo primero que necesitaba era ir donde un abogado y conseguir una de esos documentos acerca de los padres no asumen responsabilidades por las deudas de sus hijos. Por si acaso un funcionario judicial le tocaba la puerta a Mamá después de mi muerte.

No me agrada como sonaba. Después de mi muerte, ¡ba! Después del abogado, tenía que ir devuelta a casa a ordenar mis cosas. Tenía que decidir qué regalar y qué llevar al mercadillo en el maletero. El resto iba a ir directo al basurero. No quería que extraños (o mamá incluso, en ese sentido) hurgar entre mis calzoncillos y recuerdos llenos de polvo. También necesitaba revisar mis fotos y documentos y botar las cosas más personales. Entonces, devuelta a mis tiendas al por menor y arruinar sus asegurados por unos centavos más.

Mi iPhone vibró encima de la mesa resbalosa, gradualmente deslizándose hacia el borde. No reconocí el número, así que seguí mirando el intento de suicidio del dispositivo. En el noveno bip se lanzó hacia el piso.

Lo agarré a medio camino del suelo guiñándole un ojo a la foto de una joven madre completa con un niño que observaba mis acciones desde la pantalla del teléfono celular.

“¿Max? Hola. Soy Olga de Chronos.”

Miré al reloj. Ya era bien pasada las ocho. “Pareces estar trabajando largas horas. Ten cuidado que no te desgasten.”

Escuché una pequeña risa educada. “Para nada. Ya terminé. Eres el último en mi lista de llamadas,” Su voz se tornó seria. “Así que, ¿has decidido algo?”

“Me temo que no,” Negué con la cabeza como si me pudiera ver. “Es demasiado caro. No hay modo que lo pueda pagar. En algún otro momento, ¿Quizás? ¿Alguna otra vida?”

“Entiendo.”

¿Era mi imaginación o la simpatía en su voz era real? ¿O era todavía su tono de ventas?

“Max, yo...no sé si tú sabes pero nuestra compañía tiene acceso a los registros médicos de nuestros potenciales clientes. En caso que necesitemos confirmar algo, entenderás…”

Hice mueca de dolor. En este mundo electrónicamente controlado, la privacidad se está convirtiendo obsoleta rápidamente.

“Así que sé todo acerca de tu situación. Mi mamá murió de cáncer 3 años atrás, también,” Se detuvo y sollozó. Podía imaginármela limpiándose la esquina de su ojo con un Kleenex tratando de no dañar su máscara. “Esto fue lo que influenció mi decisión de trabajar en Chronos. Pero hay algo que quiero que sepas… Max” Su voz se volvió más fuerte. “Criónicos no es la única solución. Hay otras opciones, también.”

Me limpié las orejas. “¿Cuáles?”

“¿Has jugado alguna vez juegos de computadora? ¿Esos multijugadores en línea?”

Volví hacer una mueca de dolor. “Solía. Mucho. Realmente mucho.”

“¿Entonces, eres un jugador profesional? ¿Sabes todo acerca de estas cosas, no?”

“No, no lo sé,” Arrugué la servilleta y la metí dentro de mi bebida dulce sin terminar. “Necesitas ganar realmente mucho dinero para llamarte profesional. Debes usar tus habilidades para ayudar a mejorar el producto, o por lo menos sacarle el dinero a los ricos vendiéndoles ítems o estafar a los novatos. Era un regular dedicado cabrón, disculpa mi vocabulario. Pasaba 12 horas al día jugando. Dejé a mis amigos, mi chica y mis estudios. Hasta que mi papá murió en un accidente automovilístico y mi mamá pesó sobre mis manos discapacitada de por vida, sólo entonces logré despegarme del monitor. Me asusté y formateé los discos. Desde entonces ni siguiera leo noticias relacionadas a juegos por miedo a recaer.”

Olga sollozó de nuevo. Hice una nota mental de no descontrolarme cada 5 minutos. Me estaba poniendo más emocional. Mis nervios eran como cables de alta tensión.

“Lo siento, Olga. Solo estoy cansado. Y todavía me duele hablar al respecto. ¿Así que cuál es esa opción que mencionaste? ¿Qué tiene que ver con los videojuegos?”

“¿Has escuchado algo acerca de irse a modo ‘perma’? No lo has hecho. Eso es gracioso. Está por todos lados en las noticias en estos días. Incluso en la televisión. Oficialmente, el problema ni siquiera existe. La televisión estatal no toca el tema, pero ni por asomo. Pero nosotros, a pesar de todas nuestras tácticas agresivas de mercadeo, nuestra base de datos de clientes se ha reducido en un 70%. Eso es información confidencial, por supuesto, así que yo no te he dicho nada”

“Sólo dímelo” Me entrometí. “No me importa un bledo su m1erda confidencial. ¿Qué es esta cosa de ‘perma’ de la que hablas?”

“Por favor entiende. No soy una experta. No creo poder explicarlo correctamente. Búscalo, está por todo lados en el Internet.”

“Lo haré. Gracias por el consejo. Te debo una. ¿Te gusta la champaña?”

“Prefiero flores.”

“Está bien, Flores y champaña,” No pude evitar sonreír.

Le agradecí un poco más y murmuré un adiós apresurado. Entonces salté dentro de mi confiable hojalata coreana y me dirigí de vuelta a casa, la nueva esperanza empujando mi pie hasta el fondo. En menos de una hora, estaba sentado frente a la pantalla de mi computadora ingiriendo los resultados de la búsqueda.

La comunidad en Internet estaba en un frenesí. Aparentemente, acerca de 2 años atrás, los blogs, portales y foros de videojuegos estaban inundado con los primeros reportes espeluznantes mientras más y más personas se quedaban atrapadas en un juego para siempre. Nada podía detener la conexión de la persona al servidor con el videojuego, ni siquiera la desconexión del internet ni el apagar la consola. Después, resultó que las mentes de esas personas no necesitaban una conexión mientras fluía hacia el mundo del juego dejando atrás un caparazón vacío, carente de voluntad.

Nadie estaba seguro de la existencia de esos, suficientemente, desafortunados como para quedar atascados en modo ‘perma’’ (volverse modo ‘perma’ o digitalizarse, como algunos lo llamaban) dentro de un juego básico de ajedrez o Tetris. Ni nadie envidiaría a esos cuyas mentes estaban atrapadas dentro de tanques de guerra, aviones de guerra y otros simuladores de combate. Sin importar cuánto amabas tu armadura de pelea, quemarte vivo docena de veces en un día caluroso dentro de la coraza de un tanque al rojo vivo se había convertido el infierno personal de muchos jugadores… literalmente.

Más afortunados eran esos ‘perma’ atascados dentro de los mundos detallistas de los juegos en línea multijugadores. Billones de kilómetros cuadrados de sus partes iniciales ofrecían una estructura social bien desarrollada y una vida virtualmente indistinguible de la realidad. Aparentemente, bastantes víctimas eran lo suficientemente felices como para huir allá. Sin necesidad de trabajar ni estudiar, sin preocupaciones del mañana, sin tener que mirarse en el espejo y contemplar su cuerpo flácido y cara llena de acné (o, alternativamente, arrugas). Dentro de los CIRV, eras duro y fuerte. Eras tu propio dueño. Ciertas categorías de la población habían llegado a apreciar la vida virtual sobre su actual existencia.

Los discapacitados y enfermos terminales tratarían de volverse modo ‘perma’, en la esperanza de obtener nuevos cuerpos saludables para sí mismos, aunque fuesen virtuales. Algunos jubilados de los más letrados en computación ocupaban sus lugares dentro de las cápsulas de CIRV buscando la inmortalidad, especialmente deseable cuando tu vida ya se te estaba escapando de entre los dedos. Fueron uniéndose esos sentenciados a pena de muerte, parejas de amores prohibidos. También, en vez de empujarse por un precipicio en un último abrazo, escogían un mundo adecuado para quedar atascados. Los fans de Tolkien y los historiadores renacentistas con sus sueños de ser renacidos como elfos, enanos y magos, entraban en las cápsulas en un éxtasis de anticipación. Las estadísticas apuntaban a una creciente epidemia de suicidio fúrico dentro del desafortunado 17% inmune al efecto perma. Deseaban ser digitalizados. La oportunidad era fatalmente correcta.

Los gobiernos sonaron las alarmas primero. Nuevas leyes restringieron la duración del tiempo en cápsulas de inmersión completa. El estado monitoreaba cada servidor de juegos conteniendo incluso un sólo jugador ‘perma’. Las declaraciones oficiales prometían que tales servidores nunca serían desconectados.

Ni idea cómo hice para perderme toda esa conmoción. Mis dedos temblaban mientras seguían indagando cada vez más profundamente en el internet. Las colillas de cigarrillo flotaban en tazas vacías de café, después de que había rebuscado en las alacenas por un paquete olvidado por mucho tiempo de Camel*.
*(N.T: Marca de cigarrillo.)

Saludé a la mañana en la ventana abierta de la cocina, sacando el último cigarrillo. Mis ojos se humedecieron. El café que había bebido estaba revolviendo mi estómago ahora. Pero todo dentro de mí se alegraba de las noticias. Esto era lo que necesitaba. Esto no requería pagar un rescate de realeza porque me mantuvieran ultra congelado. Este era un genuino hoyo al que huir mostrándole el dedo a la parca.

Todavía tenía mucho qué hacer. Habían tecnicismo que considerar: ¿cuál cápsula me permitiría evadir el temporizador preinstalado que restringía el tipo y duración de la inmersión? Numerosos recién salidos de foros perma gurús, recomendaban aspirar por 1 semana o 2 de inmersión completa, pero ¿Cómo se suponía que duraría todo ese tiempo sin comida, bebida ni medicamentos? Muchas personas habían respondido exitosamente preguntas por ellos mismos: todo lo que tenía que hacer era indagar por más información y procesarla de manera sabia escogiendo las soluciones que se ajustaban mejor a mi situación particular. Una docena de manuales y guías de video ya se estaban descargando. Los enlaces a varios sitios sospechosos que vendían chips CIRV hackeados ya estaban dentro de mis Favoritos. Pestañas abiertas del navegador brillaban con imágenes aterradoras de soluciones IV y salinas multi-etapas. Las cosas ya habían comenzado a marchar. Los tecnicismos probaron ser ejecutables, después de todo.

Todavía tenía que escoger a cuál mundo ir. Tenía que decidir a quién jugaría y cómo lo haría. Tenía toneladas de sitios y foros que examinar. Si tenía que dejar dos semanas para el intento per se*, eso me dejaba con 5 a 7 días para hacer la investigación. Muy pero muy poco... Pero, ¿si fallo? Mejor apunto a 0!
*(E: Per se, proveniente del latín y significa por sí mismo)

* * *
De Wikipedia:

AlterWorld es un (MMOG) videojuego multijugador masivos en línea publicado por primera vez en Mayo 203X.

Número de jugadores: 48,000,000 con un incremento de 1,400,000 de jugadores nuevos cada mes.

Tipo de Conexión: 2/3D cápsulas CIRV. Tipos de inmersión: Completa/restringida.

Tamaño Mundial: 552,126 millas cuadradas, con un incremento de 4,633 millas cuadradas cada mes.

Territorios nuevos, NPCs, monstruos y misiones son generados por un grupo IA controlado por IA Ray31.

Administrador global: IA carmesí9

Ventas de depósito y retiro de fondos reales y propiedad virtual llegando a los $42 billones anuales.



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