Capítulo 9 parte 3
Traductor/Editor: Mermelada.
Corrector: Crys
Y así se nos fue el espectáculo. Entre los 2 ahumamos a 3 pares de gnolls en menos de 5 minutos. Me mantuve lanzando el Deadman’s Hand, controlando a uno de los guardias, mientras Teddy lidiaba con su compañero. Mi mascota mató a un mob en 30 segundos, y todo ese tiempo mantuve clavado al piso a mi objetivo, mientras él maldecía e intentaba retorcerse para liberarse de sus ataduras invisibles.
Luego avanzamos un poco para cubrir el espacio limpiado. Un último esfuerzo. Solo nos quedaban el Rey, el Sacerdote y 2 oficiales.
Los oficiales se veían de elite. Blindados en armaduras, con espadas dobles en sus espaldas, estas bestias de nivel 28 podían oponer una sería batalla. Y aun así pensé que no serían un problema, mientras cuide la suficiente vida de mi mascota, no teníamos suficiente tiempo para meditarlo. Y todavía teníamos que preocuparnos por el boss de la mazmorra.
Comencé la pelea utilizando el mismo esquema que había puesto a prueba antes, controlando al oficial que estaba a mi lado. El mob forcejeó, inútilmente, y gimió roncamente mientras sacaba sus 2 espadas. El segundo guardia se dio la vuelta y se abalanzó a por nosotros. El Rey y el Sacerdote se quedaron sentados, ignorando infantilmente el peligro. Esto, por supuesto, era solo convenciones del juego. La zona de aggro de los gnolls no excedía los 7 u 8 pasos. Una vez fuera de eso, podías bailar y enseñar tu trasero desnudo ante la completa visión del monstruo. Habiendo dicho eso, entre más alto fuera el nivel de tu oponente, más agresivo se volvía. Algunos mobs, eran tan asombrosamente hostiles que podían detectar a un enemigo a millas de distancia, algunas veces desde el otro extremo de la locación.
Los oficiales probaron ser más poderosos que sus compañeros de niveles más bajos. Tenían más vida y nos colmaron de golpes. Sin embargo, los ocho niveles de diferencia no eran nada para despreciar. Después de otro minuto, más un manojo de nervios y veinte por ciento restante de la vida de mi mascota; dos tumbas más fueron agregadas al diseño interior del vestíbulo.
Tomamos un breve descanso para regenerar y decidir nuestras tácticas. No tenía ni idea acerca de las habilidades del Rey. No era bueno que tomara el riesgo de atraer el aggro hacia mí. ¿Debo congelar al Sacerdotes mientras mi mascota ataca al Rey? No era bueno. El Sacerdote era un mago. Aún atado en un sitio, él podía hacerme picadillo. Así que todo lo que podía hacer, de verdad, era que Teddy los atacara, y luego improvisar sobre la marcha.
Seleccioné al Sacerdote como objetivo. Siendo un mago, dejaría al oso con menos vida. También esperaba que pudiera romper su concentración y detener así un par de hechizos. Es solo hacerle la vida un poco más difícil.
¡Teddy, Ataca! En el instante en el que cruzó los límites de la zona invisible de aggro, el Rey lanzó alguna especie de habilidad que hizo desaparecer un tercio de la vida de Teddy. Inmediatamente, el Rey empezó a recitar un largo encantamiento mientras, que el Sacerdote perforaba a Teddy con un rayo luminoso. La mascota lo golpeó hacia atrás con sus poderosas garras. 2 veces el Sacerdote fallo en lanzar un nuevo encantamiento hasta que finalmente se las arregló para enviar maldiciones, una detrás de la otra.
Entonces fue mi turno de abrir mis ojos como platos. El Rey invoco a su mascota, un gnoll zombi. ¿También era un Necro? O más bien, juzgando por su pesada armadura y las habilidades que tenía, él tenía que ser un Caballero de la Muerte. Destaqué que el zombi era nivel 20, muy bajo para un Necro.
El Rey lanzó otra maldición y alcanzó su espada de 2 manos. Por otros 15 segundos no estaba claro como la pelea podría ir. Entonces el Sacerdote finalmente colapsó y fuimos en aumento. Teddy todavía tenía el 40% restante de su vida cuando me le uní. Lanzando un Life Absortion tras otro. Pasó otro minuto de vigorosas estocadas, y entonces el vestíbulo quedó en silencio.
La primera pareja de guardias respawneó cerca de uno cientos de pies de distancia de nosotros. Todavía estábamos relativamente seguros por un tiempo. La mascota necesitaba tiempo para regenerarse, así que voy a hacer la próxima ronda por mi cuenta, limpiando a los 5 mobs desde el trono. El vestíbulo era grande y lo suficientemente concurrido, para que atrajéramos a un guardia o 2 cuando lo necesitáramos, mientras que mantuviéramos un ojo en el tictac del reloj.
Me arrastré fuera de mi esquina y, dando pasos cautelosos hacia los cadáveres, me subí sobre la mascota. Solo le quedaba cerca del 10% de la vida y también lo aparentaba. Alisé su pelaje desaliñado.
“Vayamos a tomar un descanso, Ted. Bien hecho.”
También utilizaría el descanso. Mis nervios estaban hechos añicos. Exhalando un suspiro de alivio, me hundí en el trono. Bastante confortable. Sería genial transportarlo de vuelta a mi habitación en los Tres Cerditos.
“Grandioso trabajo, amigo.” Dijo una voz directamente a mi oído.
Di un brinco. El pequeño contorno de Bug apareció en el aire.
“¡Hijo de puta!”
Él mostró una mueca divertida.
“¡Casi me hago encima del susto!” Continué. “¿Dónde has estado, tú, hijo de enanos?”
Bug se sentó cómodamente sobre el cadáver del asesinado Rey: “Fui a la ciudad, a vender, por cierto, conseguí 16 monedas de oro. Puedo darte la mitad si quieres. Es lo justo. Pensé en regresar. ¿Creíste que no vería que estabas permanentemente conectado? Traje algo de comida del camino, en caso que estés interesado.”
¡Vaya! El niño era inteligente, organizado y rápido para hacer mandados. También era cauteloso. Y estaba bastante preparado a dejar ir la mitad con la esperanza de tener más beneficios. Un operador habilidoso.
“¿Cómo hiciste para llegar aquí a través de todas esas puertas?” Le pregunté.
Bug sacó un manojo de ganzúas y las agito en el aire haciéndolas sonar: “Me tomó media hora abrir la puerta del primer piso. El mecanismo no era muy difícil, pero siendo honesto nunca me ha preocupado esa habilidad realmente. La segunda la debí pasar justo después de ti. Estaba abierta y todos los cuarteles estaban vacíos. Pero creo que di un giro equivocado, y con la velocidad del sigilo me tomo una hora salir. Cuando llegué aquí, estabas hasta la cejas en gnolls. Decidí no distraerte.”
“Hiciste bien.” Dije mientras seguía dándole vueltas en mi cabeza a un pensamiento en particular. “Puedes conservar el oro. No pretendía tenerlas desde el comienzo. Tengo otra oferta para ti. ¿Qué te parece ganar un poco de dinero trabajando de armario?”
“¿Qué quieres decir?”
“Mira. Tengo la completa intención de quedarme aquí por un rato. Habrá un montón de botín. Si tomas una docena de piezas de armadura al igual que armas de frío acero, eso es todo, estás sobrecargado. Lo haremos diferente. Te pondremos detrás del trono, en este arco de aquí. Entonces te cargaremos con todo lo que los gnolls dropeen. No importa si no te puedes mover. Lo que es importante es que puedas acomodar cualquier cosa en tu maleta –Incluso este trono si es necesario, siempre y cuando no excedas el límite de 100 ranuras. ¿Esa es tu maleta? ¿La básica de 100 ranuras?– Así que lo llenaremos de cosas. De otra manera, ¿Cuál es el punto de volverse virtual?”
El niño todavía no lo entendía. ¿Había sobreestimado sus talentos?: “¿Y cómo quieres que cargue con el trono a cuestas?”
“Fácil. Conseguirás un viaje gratuito a tu punto de spawn. Todo lo que necesitas hacer es esperar que los mobs reaparezcan. Entonces te quitas el sigilo y vas a casa. Tres horas después, vas al cementerio a buscar tu tumba. Estará allí por una semana hasta que finalmente se desmorone. Mientras tanto, coges los objetos para venderlos poco a poco. Iríamos 50-50. ¿Qué dices?”
En vez de contestarme, Bug se levantó y se quedó parado bajo el arco intentando personificar un armario. Extendió sus brazos a lo ancho como si fueran puertas abiertas imaginarias, entonces abrió su boca –aparentemente, significaba que era la parte superior del estante– y murmuró: “Todo listo. Cárgame.”
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