miércoles, 21 de junio de 2017

Play to Live - Capítulo 10 Parte 1

Capítulo 10 parte 1


Traductor/Editor: Mermelada.
Corrector: Crys


Una vez Bug estuvo listo, me apresuré en ir a los oficiales caídos antes de que se desmoronaran, reacio a perder los trofeos que me debían. Dropearon algunas placas de armadura, grebas* y hombreras geniales –Sin características extras, pero con parámetros de defensa decentes hasta nivel 20. Buen equipo para tanque. Tenía que costar algo, incluso si solo lo llevaba a alguna tienda o parecido. El Sacerdote me hizo el día: droppeó la primera llave de la misión con un complejo y multi-dentado mango y una runa digital. Me pregunto si era obra de los enanos. En general, el Sacerdote probó ser un escondite andante. 8 piezas de plata, 1 brazalete rojo, 1 Piedra Alma, la llave y un interesante cinturón decorado con placas:
(T: Las grebas son una parte de la armadura que cubre desde las rodillas hasta los tobillos.)

Cinturón de la Gratitud de Acero
Clase de ítem: Raro
Durabilidad: 55/65
Peso: 5 lb.
Efecto: +16 de Armadura, +5 de Fuerza
Efecto 2: Cuando se cura a aliados, puede dar un 5% de oportunidad de doblar el poder del hechizo sin gasto adicional de mana.

Tuve un sentimiento gracioso porque sabía quién estaría feliz de usarlo. Parecía que Taali se había equivocado y el botín para tipo paladín podía ser dropeado por el Sacerdote y no solo por el Chamán. En cuanto al Rey, era un Oscuro como lo habían hecho.

Chapoteé a través de la piscina de sangre con dirección al monstro restante. Veamos. Una pieza y media de oro. Un brazalete. Otra llave –las runas eran distintas esta vez. Y lo más interesante, una pesada coraza forjada.

Coraza del Rey Gnoll
Clase de ítem: Raro
Efecto: +30 de Armadura, +5 de Intelecto, +1 de Fuerza, +1 de Constitución.
Efecto 2: La creatura despertada tiene un 30% de probabilidades de mantener una de sus habilidades especiales.
Restricción de Clase: Solo Caballeros de la Muerte.

Así que por eso es que el lugar no era muy concurrido. Aparentemente, el Boss de la mazmorra solo dropeaba cosas para Caballeros de la Muerte. Lo cual no era bueno por aquí, en las Tierras de la Luz. Tenían la mazmorra perteneciente a la facción opositora, de otro modo habría estado repleto. Pero de momento tendria que almacenar mi botín en el banco hasta que tuviera la oportunidad de cruzarme con algún vendedor Oscuro. Claro, siempre que no me achicharren en el lugar.

El oso bramó. Me levanté de un brinco y miré al trono. Allí, el respawneo estaba en pleno apogeo. Con un ronco gruñido, los 2 oficiales reaparecieron primero, seguidos del Sacerdote. La mascota no tenía escrúpulos sobre reintegrarse a su 2ª oportunidad de vida. La breve batalla fue seguida de un atronador silencio mientras esperábamos, prudentes, a que el Rey reapareciera. Un minuto, dos, tres. Que gracioso, Él debe de respawnear ya.

Rápidamente crucé la habitación y registré los cuerpos, tropezando bajo el peso de las espadas dobles de un oficial. El sacerdote no me decepcionó. Respawneó con los bolsillos llenos: algo de dinero, un brazalete, una llave y un anillo hecho crudamente con un simple efecto de +15 de vida. Nada aún del Rey. Supuse que los Jefes no podían respawnear tan seguido como los mobs regulares. Muy bien. Podemos esperar hasta la próxima ronda. Si para entonces él no ha aparecido, tendríamos que atraer a algunos guardias desde las esquinas más lejanas del vestíbulo.

Tambaleando bajo mi sobresaturada maleta, caminé hacia la estructura en arco donde dejé al sigiloso Bug. Di unos golpecitos a la pared con un dedo.

“¡Toc, toc, abre la puerta al anfitrión!”

Pude oír algunos jadeos pesados, dando juramentos, y el sonido del metal rechinando contra el metal. “¿Te estás haciendo un nido? Vamos ya, quítate el sigilo y activa el modo comerciar. He conseguido algunas cosas que darte.”

Finalmente Bug apareció a la vista, todo despeinado, empujando la pared con sus ganzúas.

“¿Qué tienes ahí? ¿Un Peep Show*? ¿Por qué hiciste un agujero en la pared?”
(T: Son espectáculos en los que los clientes ven imágenes a través de un agujero en una caja o pared. En la antigüedad mostraban pequeñas obras de teatro, pero ahora se les asocia también con presentaciones eróticas pagadas.)

“Esto no es un agujero. Eso es la cerradura de una puerta. ¡Una puerta secreta del castillo!”

“¡No puede ser!” Me agaché y miré dentro de la oscuridad.

Era cierto que era una cerradura. El nicho entero, oculto entre la estructura de arco, era en realidad una puerta.

“¿No es genial? ¿Crees que puedas abrirla?”

Bug me dio un cansado encogimiento de hombros. “Quien sabe. Se ve como un tipo especial de cerradura. Necesitas ser bueno con las ganzúas más que tener la habilidad. Me cambiaré de ventana a un foro de un gremio privado que conozco. Haré algo de investigación acerca de esta pequeña puerta y de cómo abrirla.”

“¿Así que no estás en el ICRV? ¿Estás en 3D?”

“Exacto. Desde la mañana, asi que ya he agotado mi tiempo límite.”

“Ya veo. ¿Qué es eso del foro del que estabas hablando? ¿Cómo conseguiste acceso? ¿No pertenecerás a un gremio, o sí? ¿O tienes otro personaje?”

Bug hizo una mueca, aparentemente no muy comunicativo. “Ellos son difíciles. No, no tengo otro personaje. Sólo tengo este. En cuanto al acceso… Te dije que quería ser un súper espía, ¿no es así? ¡Bueno, ese es el cómo obtuve el acceso!”

Él me guiñó el ojo y me envió la solicitud para comerciar. Tiré todas las cosas regulares de acero dentro de la ventana abierta.

“¿Crees que puedas cambiarme algo de cobre por oro?” pregunté. “No te iras a ningún lado, de cualquier forma. Y honestamente ya no puedo mantenerme derecho por mucho más.”

“Como quieras.” Murmuró el elfo, con su atención enfocada en algo más.

Agregué setecientas monedas de cobre y observé la mirada ausente y congelada de Bug. Le di golpes con el dedo en su frente. “¿Hay alguien en casa? Me debes 7 de oro. Vamos, dispara. Y toma las cosas, rápido, antes de que los mobs respawnen.”

Las cosas cayeron en un patrón. Nos mantuvimos matando gnolls, con resultados variados. Algunos spawns no trajeron premios del todo, solo un par de brazaletes y unas piezas de armaduras. Una vez acabó la pelea, recolecté otra ración de cosas y se las pasé a Bug quién me divirtió con las 4 últimas cartas de anuncios sobre los desarrolladores del juego y sus puertas y cerraduras. Pondría una sonrisa, gateando de regreso al trono y cerré mis parpados para meditar. Estaba exhausto.

El Rey reapareció únicamente después de una hora. La sincronización fue realmente mala. Acababa de ponerle mi atención al Sacerdote, cuando el Boss llegó trayendo a dos guardias consigo. Esto no era para nada bueno, considerando que mi miedo reflejo se había atrofiado un poco, mientras que había estado dándole órdenes por doquier a mi mascota desde la comodidad del trono, solo levantando mi trasero para lanzar algún perezoso hechizo. Ahora tenía que enfrentar al Boss por mí mismo.

Me tumbé en el suelo, cosechado un par de golpes de los guardias. Entonces de un brinco me puse en pie y me apoyé en lanzar el Deadman’s Hand, tratando de traer un poco de aggro bajo mi control. Finalmente, uno de ellos se congeló. Teddy había terminado con el Sacerdote y se giró hacia el Rey. Hazlo rápido, mi niño. Mi vida parpadeó en naranja al momento en que logré poner a raya al otro de los guardias. Aunque me habría encantado devolver cualquiera de los golpes que había recibido, tenía que cambiar de objetivo al primer mob y congelarlo de nuevo. Quédate donde estás, hijo de puta.

Me la pasé cambiando de un objetivo al otro, disuadiendo a los gnolls, hasta que el oso terminó al Rey y se unió a la diversión. El resto fue historia.


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