The Demoness - Capítulo 2 Parte 1

Capítulo 2 Parte 1

Traducción: Crys
Edición: Fiore
Corrección: Crys


La noche se marchó con la llegada del sol, llevándose el viento y la lluvia, un nuevo día comenzó con una humedad impregnada en el aire, junto a una agradable y fresca brisa de verano, haciendo que todos se sintieran confortables.

Qu Qing Yin caminó hacia la entrada del templo, con bastante holgazanería estiro todo su cuerpo desde su cintura.

¡Estupendo! Todo el mundo ya se había ido, por lo que al fin ella estaba completamente sola.

Recordando como la pomposa señorita del Gremio Soaring Eagle, cuando despertó y no encontró a su querido Héroe Liu, no pudo hacer nada más que irse con amargura, no sin antes claro, lanzarle a ella una mirada despectiva. Qu Qing Yin río, cómodamente, en voz alta pues a juzgar por lo que ella había visto y oído si no se equivocaba, ese “Héroe Liu” debía ser aquella famosa figura conocida en toda la Sociedad de Artistas Marciales. El hombre número uno del honorable Wu Lin, ‘El Caballero Xiao Yao’: Liu Feng. Su arma, un abanico de oro con el marco harto, que siempre llevaba consigo.
*(T: El caballero despreocupado… comenten abajo si quieren que lo ponga en español)

Si se podía creer en los rumores de la Sociedad de Artistas Marciales, esa persona que logró hacerse de un nombre con tan solo 15 años de edad, que no tenía adversario que se le comparara, con aliados en todo el mundo y conexiones con la mayoría de los integrantes de la Sociedad de Artistas Marciales, en definitiva, él era una figura legendaria. Por ello, que en esta ocasión esa prestigiosa persona de una forma tan obvia y divertida estuviera evitando a la señorita del Gremio Soaring Eagle, en verdad era hilarante.

“Parece que la dama está de muy buen humor.”

Qu Qing Yin observó sorprendida a esa persona: “¿No te habías marchado?”

Liu Feng sonrío: “Yo sólo me había extraviado por un rato, admirando el paisaje de montaña después de la lluvia.”

Qu Qing Yin cubrió su boca para reír. Si realmente estas escondiéndote de alguien no hay nada más que decir, aún si quería tratar de sonar todo alto y poderoso.

“Deja de reír por ahora y consigue algo de comida, tengo tanta hambre.”

Ella lo miró con recelo: “Por la manera de su partida, no era difícil para nadie el deducir que usted, en este momento ya se encontraría en un asiento junto a la ventana de algún restaurante limpio esperando por su comida.”

“Pero todavía estoy aquí, por lo que naturalmente tengo hambre.”

Qu Qing Yin que aún llevaba un poco de comida en su bolso, le dio la mitad de ello diciéndole a la vez: “Una vez que terminemos de comer aquí, nos encontraremos de nuevo en la Sociedad de Artistas Marciales”

Con las manos extendidas, Liu Feng se apoderó de la comida, y con una radiante sonrisa dijo: “Gracias.”

“De nada, el dinero ya ha pagado de sobra, el valor de la comida.”

“Creo que la dama al final lo tomó sin una pizca de mala conciencia.”

“No tengo mala conciencia para empezar, incluso si hubiera recibido más.”

Liu Feng asintió con la cabeza: “Dama realmente dice la verdad con cada palabra que expresa.” En realidad dejaba a la gente indefensa.

Qu Qing Yin río, dividiendo el bollo cocido al vapor a la mitad y añadiendo algunos lu wei para comer.

Liu Feng lanzo el pedazo partido a la mitad del bollo al vapor en su boca mientras preguntaba: “Dama ¿Se dirige hacia el valle Dan Xia también?”

“¿Qué le hace pensar que necesito ir para allá?”

“En este momento hay noticias en la Sociedad de Artistas Marciales de que hay muchas personas que se dirigen a la mansión del Monte Zhong Yi y este es el único camino para llegar a él.”

Qu Qing Yin entendiendo ahora, dijo: “Entonces los subordinados del Gremio Soaring Eagle también se dirigen allí y como usted no quiere ser seguido por otros, espero a propósito a que ellos se marcharan en primer lugar.”

“La dama goza de un gran intelecto.”

“La Dama Shui es una hermosa damisela, ¿por qué tiene tanto miedo?”

Liu Feng sonrío y miro hacia ella, diciendo de una manera lúdica: “Si fuera como usted dama, entonces yo no tendría miedo.”

Qu Qing Yin rió para sí: “¿No es sólo porque yo no soy de los que se aferran a usted sin dejarle ir?”

Liu Feng se río, pero no dijo nada. Al terminar de comer, Qu Qing Yin sacó una cantimplora de piel desde su lado de la cintura y bebió de ella.

Poniendo el tapón de nuevo, estaba a punto de colgarla en su cintura, cuando oye decir: “Perfecto, yo también tengo sed.”

Su mano se detiene por un momento, pero a la final ella sólo le entrego la cantimplora.

Liu Feng trago directamente unas cuantas bocanadas de agua inclinando el saco casi en vertical, limpiándose la boca, exhalo: “Eso fue bueno.” Em, su esencia se había quedado en la boca de la cantimplora, cambiando la sensación.
Qu Qing Yin sacudió suavemente la cabeza, anudando la soga de su bolsa y colgándosela en su espalda, ella espero a que le regresara su cantimplora de piel.