Capítulo 36 - Caída del acantilado
Traducción: Crys
Edición: Fiore
Corrección: Crys y Fiore
Cheng Yi, Bai Yu Tian y Huyen Di llegaron hasta donde estaba su jefe en el auto, al salir de él lo primero que vieron fue como Tina vomita todo el contenido de su estomago. Mientras que Chu Gian se mantenía vigilante, con su arma en su mano apuntando hacia abajo, escaneó el entorno en busca de posibles francotiradores.
Yue Gu Zai frotaba la sudorosa y tensa espalda de Zhen Zhen, para luego decirle: “Zhen Zhen, pensé que eras valiente”
Zhen Zhen se frotó el pecho para calmarse. Pues aquel miedo que sentía fue apartado por las palabras de Yue Gu Zai que abrieron paso a la rabia. Después de todo, ella era tan solo una civil ordinaria, lo extraño seria que no reaccionara con temor a las bombas y balas dirigidas a ella.
“Quien haya hecho estallar el casino, ¡Va a morir!” Dijo Bob.
“¿Quién más crees que es capaz de bombardear el casino?” Dijo Bai Yu Tian con un tono irónico, ya que todos sabían que la única banda que se oponía abiertamente a Ni Sheng era Tan Lang.
“Señor Phil, ¡Firmamos un contrato hoy!” Dijo Bob”. “No tengo ninguna relación con Tan Lang.”
"Soy consciente de ello, por lo que solo vuelve al casino y ve lo que puedas salvar" Dijo Yue Gu Zai. “Como nuestro contrato sigue siendo válido, en lo referente a Tan Lang, yo me encargaré de ese problema.”
“Señor Phil, dejaré todo en sus competentes manos” Dijo Bob, antes de marcharse en su auto, seguido por Tina y sus guardias.
Chu Gian y Huyen Di condujeron a sus demás compañeros a la casa de Yue Gu Zai en Las Vegas. 2 días después, William Hill salió de Las Vegas en un viaje de negocios y a Zhen Zhen no le quedo más que leer sus libros científicos, mientras que Yue Gu Zai estaba ocupado trabajando.
A solo un día antes de que William Hill se marchara. Yue Gu Zai, que había estado esos días ocupado entre las montañas de trabajos acumulados, regresó a casa muy tarde esa noche encontrándose con una Zhen Zhen despierta y muy inquieta.
"Zhen Zhen, mañana asignaré a Xiao Zhao para llevarte a los lugares que quieras visitar" Dijo Yue Gu Zai. “Y recuerda llevar los pendientes azules de diamante que te compré.”
Al escucharlo Zhen Zhen estaba tan feliz y emocionada por poder salir mañana, que no se quejo de ninguno de los pedidos de Yue Gu Zai
A la mañana siguiente, Zhen Zhen se vistió y se dirigió al auto negro que la esperaba afuera. Dentro del auto, en el asiento del conductor estaba una persona desconocida para ella.
“¿Dónde está Xiao Zhao?” Preguntó Zhen Zhen.
"Xiao Zhao está ocupado hoy" Dijo el hombre muy calmadamente. “Me pidió que condujera a la señorita Zhen Zhen a hacer turismo por hoy.”
En ese instante una alerta de sospecha se activo en la mente de Zhen Zhen, aquel hombre le estaba mintiendo. Ella sabía que bajo ninguna circunstancia Xiao Zhao desobedecería una orden de Yue Gu Zai.
“¿Cómo te llamas?” Preguntó Zhen Zhen. “¿Cuál es tu papel en Ni Sheng?”
Pero no hubo respuestas para ninguna de las preguntas de Zhen Zhen, inquieta ella trató de abrir la puerta del auto pero esta ya estaba asegurada. Nerviosa dirigió su mirada al hombre en silencio cuando de repente él se volteó y golpeó su cabeza; un profundo dolor rebosó la cabeza de Zhen Zhen, con el ultimo grano de conciencia se mordió la lengua en un intento de no desvanecerse.
Al ver que su presa ya se hallaba inconsciente, el hombre echó a andar el auto, dirigiéndose al lugar que Tina le había ordenado llevar a Zhen Zhen, sin esperar que ella se hubiera resistido a desmayarse y fingiera hasta el momento en que estuvo segura que iba a poder tomar control del volante del auto; el hombre en el acto frenó, y de forma rápida Zhen Zhen abrió las puertas del auto y salió corriendo. Como reacción el hombre también salió del auto para perseguirla, pero para su mala suerte, el lugar en el que se detuvieron solo tenía acantilados a los alrededores.
“¿Quién eres?” Preguntó Zhen Zhen de nuevo al hombre desconocido, sospechando que él era uno de los traidores de Ni Sheng.
“No necesitas saber quién soy” Dijo el hombre. “Todo lo que necesitas saber es que has ofendido a alguien.”
“Si te atreves a secuestrarme, Gu Zai te matará y lo sabes” Dijo Zhen Zhen.
En ese preciso momento el hombre quería maldecir a Tina, por no haberle dicho antes que Zhen Zhen estaba relacionado con Yue Gu Zai. Pero ya era demasiado tarde y no podía permitir que Zhen Zhen se escapara, pues luego sería cazado por Yue Gu Zai.
Zhen Zhen dio un paso atrás, tratando de alejarse del hombre, pero se deslizó sobre una roca y cayó por el acantilado.
“Aaaah...” Exclamó Zhen Zhen, mientras caía.
(T: que rueden las cabezas! XD)
El hombre al ver esto, trató de agarrar el brazo de Zhen Zhen, pero en su mano solo quedó aquel pendiente azul de diamante. Al ver cómo se habían desarrollado los hechos, dejó caer el pendiente y se metió lo más rápido que pudo en el auto para alejarse todo lo que fuera posible del lugar, antes de que apareciera cualquier testigo que pudiera inculparlo.
Una hora más tarde, Yue Gu Zai y Cheng Yi detuvieron el auto en el mismo acantilado donde Zhen Zhen se había caído horas antes. Encontrando solo los pendientes azules de diamante en el camino al acantilado, los mismos que Yue Gu Zai antes le había pedido a Cheng Yi le instalara un chip rastreador, para la seguridad de su esposa.
"Jefe, hay marcas de neumáticos aquí" Dijo Cheng Yi. “Y las huellas de allí deben pertenecer a su esposa, que estaba huyendo de alguien. Las otras huellas en cambio pertenecen a un hombre.”
Observando el rostro preocupado de Yue Gu Zai, él sabía, que si no ayudaba a encontrar a Zhen Zhen pronto, Yue Gu Zai lo arrojaría desde ese mismo acantilado.
“Llama a todos para que busquen a mi esposa” Ordenó Yue Gu Zai con una voz que no aceptaría ni la más leve replica. “Nadie puede dejar de buscar hasta conseguirla.”
(E: Querida Zhen Zhen, evita hacer turismo o terminaras muerta y por lo visto también te llevarás a tu esposo a la tumba, es más evita
1 comentario:
Mas que evitar sus actividades de turismo, lo que debe de hacer es evitar que su esposo salga de casa, asi las moscas malolientes no irian por ella
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