martes, 11 de septiembre de 2018

The Demoness - Capítulo 8 Parte 3

Capítulo 8 Parte 3


Traducción ENG-ESP: Mermelada
Edición/corrección: Crys

Ella lo miró inexpresivamente: “Aún no me has contestado.”

Liu Feng se quedó pensado por un momento y luego dijo: “Aunque de acuerdo al sentido común, el violador no debería presentarse, sin embargo, en realidad siento que esta vez saldría para aceptar la invitación de batalla.”

“¿Tus instintos?”

“Sí, ¿Qué hay de ti?”

Qu Qing Yin simplemente dejo sobresalir su labio inferior, su tono era algo solemne cuando dijo: “Yo también tengo tales instintos.”

Liu Feng la miró y le dijo: “¿Estás planeando ir a ver la escena?”

Qu Qing Yi le hizo otra pregunta en respuesta: “¿Podría ser que no tienes tales planes?”

Liu Feng se rió: “Entonces ¿Esto hace que se nos considere unos ‘corazones y mentes que piensan igual’?”

Qu Qing Yin apartó de un manotazo la mano de él, y se ocupó ella misma de atender su propia mano.

Liu Feng no le dio importancia a esto y  le sirvió una taza de té, para luego ubicarla a un lado de ella.

“¿Qué pasó?” Ji Chui Yu entró a través de la ventana, levantando su traje para sentarse a un lado de Liu Feng. Se sorprendió un poco al ver allí a Qu Qing Yin con un paquete de hielo.

“Ella no estaba prestando atención y se quemó con el agua.”

Ji Chui Yu sujetó la botella de vino de la mesa y se sirvió una copa de vino, entonces vació la taza de un solo trago y luego dijo: “Últimamente la cantidad de mujeres en las calles está disminuyendo cada vez más. Si el violador no es exterminado pronto, estos días serán imposibles de superar.”

Liu Feng lo miró de arriba a abajo: “¿Tú no te saliste de la cama conyugal?”

Ji Chui Yu habló con rectitud: “Me estoy quejando por todos los hombres de este mundo.”

Qu Qing Yin habló calmadamente cuando dijo: “Siempre y cuando tú mantengas de forma segura tu cinturón abrochado, los hombres de este mundo te estarán muy agradecidos.”

Ji Chui Yu tragó el vino en su boca con gran dificultad, con una cara de tener un nudo en la garganta, miró hacia su buen amigo y le dijo: “¿No puedes hacer algo con respecto a esa boca suya?”

Liu Feng se rió mientras se sirvió una copa de vino, bebió ligeramente 2 veces antes de decirle: “Sus palabras no pueden ser consideradas como falsas.”

“Como persona, algunas veces no deberías ser tan honesto.”

Liu Feng pensaba lo contrario y le contestó: “La deshonestidad tampoco es buena.”

Qu Qing Yin continuó con otra apuñalada: “Aquellos que son como el héroe Ji, claramente no son honestos.”

Ji Chui Yu suspiró: “Ambos cantan en armonía de esta manera, realmente son ‘una pareja de un corazón y de la agudeza suficiente para a travesar el oro.’ ”

Liu Feng se rió y lo ayudó a llenar su compa hasta el tope con vino: “Brindemos por tales palabras.”

El rostro de Qu Qing Yin se mantuvo impasible mientras continuaba atendiéndose su mano.

Ji Chui Yu se tiró el vino por la garganta de un trago, limpiándose la boca dijo: “Debo decir que cuando se refiere al arte de mantenerse en calma, usted es realmente admirable.”

Qu Qing Yin levantó su mano y dijo: “He sido quemada por el té.”

“Esto, ¿Podría ser debido a que la dama no pudo mantener la bastante calma?”

Qu Qing Yin asintió: “Correcto.”

“¿Qué escuchó que la hizo sentir tan intranquila?” Ji Chui Yu estaba curioso.

Liu Feng se lo explicó: “Ella escuchó que el Maestro Shui ha invitado al violador a una batalla el 15 de septiembre, en la noche de luna llena.”

“Este asunto realmente hace que uno se sienta intranquilo como para mantener la calma.” Ji Chui Yu agarró un par de palillos para tomar algo de comida, y hablando mientras comía, dijo: “La gente de afuera están todos preguntándose si el violador se presentará cuando el momento llegue.”

“¿Qué piensas tú?”

“Yo creo que el violador irá” Ji Chui Yu lo dijo sin la más ligera duda.

Liu Feng se rió mientras decía: “Grandes héroes piensan igual.”

“¿Qué tal la dama Qu?”

“Aunque un poco exagerado, yo también puedo ser considerada una heroína.”

“Debo decir que el Maestro Shui es un verdadero hombre, atreverse a emitir su invitación de esa forma.” Ji Chui Yu habló con admiración.

Qu Qing Ying emitió un bufido.

Liu Feng la miró y le preguntó: “¿Qing Yin, piensas de otra manera?”

Su mirada se posó sobre las calles de abajo mientras dijo con una voz fría: “Un padre que realmente adorara a su hija no haría tal cosa, esto no es diferente a una espada que la dirige a su muerte.”


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