Capítulo 3 Parte 7
Traducción: Crys
Edición: Mermelada
Corrección: Crys
“Tú-” Li Fei Yan estaba tan excepcionalmente enojada, que fue entonces que miró hacia la joven que ya se encontraba a pocos pasos de distancia y nuevamente azotó el látigo en sus manos contra ella.
Y aun así, Liu Feng detuvo sin mayor dificultad su latigazo y con genuina indiferencia dijo: “Escuche mi consejo, no se meta con ella.”
“¿Cuánto más vas a protegerla?”
Liu Feng soltó su látigo y agitando el abanico en su mano dijo: “Lo he hecho por el bien de la señorita.”
“¿Detuviste mi látigo y dices que es por mi bien?”
“Simplemente he detenido el ataque del látigo de la señorita, eso es mejor a que el látigo hubiera sido cortado por alguien, o incluso que la dueña del látigo hubiera sido cortada por alguien.” La subestimación en las palabras de Liu Feng provocó que un escalofrío la atravesara.
Los ojos como de fénix* de Li Fei Yan se abrieron por completo y con rabia se rió en voz alta: “De hecho me gustaría ver cuánto pueden hacer las habilidades de esta don nadie.” Una vez más, su látigo arremetió como una serpiente.
(E: ser refieren a unos ojos con forma almendrada.)
Todo el mundo sólo había visto un destello plateado pasar de largo, ahora el látigo se había enredado con una cadena de plata, en un principio todos habían pensado que esta cadena de plata era un simple accesorio para la cintura de la joven vestida de morado. Viéndolo ahora, se dieron cuenta que en realidad era un dardo.
Li Fei Yan secretamente canalizo su energía interior a través de sus manos, si bien el látigo se mantuvo suavemente sin afectarse, aun así no pudo contener su sorpresa.
Qu Qing Yin la miró con suavidad al decir: “El desquitar tu ira con personas que no lo merecen no es un buen hábito, las niñas deben ser un poco tiernas para tener el cariño de la gente.”
“¿Quién demonios eres tú para atreverte a regañarme?” Li Fei Yan dijo llena de ira por la vergüenza.
Ella sonriendo con suavidad, volteo su cabeza ligeramente con dirección a Liu Feng que estaba a un lado agitando su abanico y dijo: “Tú dirás, ¿Debería cortar el látigo o debería cortar a la persona?” ¿A él le dolería el corazón ver esto?
(E: ¡A ella, di que a ella! La otra solo se quedó con hambre, deja que le cierren bien la boca a esta.)
Liu Feng tosió un poco: “El maestro del gremio Li no es una mala persona.” A pesar que la disciplina sea necesaria, sin embargo las personas aún deben mantener algo de rostro.
“Bien entonces.” Las palabras no habían terminado de decirse, cuando lo único que todos pudieron escuchar fue el sonido de algo crujiendo. El látigo de serpiente de Li Fei Yan había sido cortado pulgada a pulgada y caía sobre el suelo en pedazos.
Li Fei Yan se puso pálida del susto, incluso retrocedió unos cuantos pasos, mirándola con incredulidad: “Tu......”
Qu Qing Yin recuperó su dardo y colgándolo de nuevo en su cintura, la miró con una suave sonrisa y le dijo: “Alguien que se rehúsa a brindar, para solo terminar siendo obligado a beber*, por lo general no obtiene buenos resultados.
(E: Quiere decir que las personas que se niegan a escuchar un consejo por su bien, terminan recibiendo un castigo o aprendiendo la lección por las malas.)
A un lado, Liu Feng suspiró: “Señorita Li, se lo he dicho hace un momento, no se meta con ella, nunca ha sido alguien bueno con quien meterse.” Él siempre ha querido meterse con ella, pero nunca se ha atrevido a tomar una acción real. Esto es porque era muy consciente de cuan poderosa era, temía que si excedía el límite, no sería capaz de manejar las consecuencias, él solo sería capaz de descifrar su temperamento muy lentamente.
Li Fei Yan da un fuerte pisotón: “¿Así que solo miraras como me intimida? Voy a decírselo a mi padre.”
(E: Claro que sí querida, muy maduro, ¿por si acaso, no querrás también tirarte al suelo a llorar?)
“Necesitas entender una cosa: alguien que se atreve a destrozar su látigo no es alguien que se asustará al conocer al maestro del gremio Li.”
“¿Entonces quién es ella? ¿Por qué la proteges tanto?”
“¿Ella?” Liu Feng sonrió y le echó un vistazo rápido a Qu Qin Yin, y luego hizo lo mismo con dirección a Li Fei Yan: “Es alguien a la que no me atrevo, ni quiero ofender.”
Una vez que esas palabras fueron dichas, la multitud empezó a hacer un alboroto, pues incluso el caballero número uno en las artes marciales no se atrevía, ni quería ofenderla, ¿Qué clase de antecedentes familiares tenía esta dama?
Qu Qing Yin bajó su cabeza y sonrió, no le importaba que cosa estuviera tratando de hacer Liu Feng, la imagen que le había puesto era lo suficientemente fuerte, desde ahora, sin importar el cómo, si alguien deseaba perjudicarla tendría que considerar la severidad del asunto.
“Si por casualidad el maestro del gremio Li desea buscarme, mi persona estará esperando respetuosamente por su llamado.” Al terminar de decir la frase, Qu Qui Yin se dio la vuelta y caminó hacia el exterior del local.
Liu Feng ríe en voz alta y dice: “Señorita Li, me retiraré primero entonces. En este momento ella y yo nos estamos hospedando en el mismo patio, por lo que encontrar el lugar será muy conveniente.” Y sin dejar un solo rastro en el lugar, él puso la relación de ambos en una situación confusa, ambigua y poco clara.
"Ellos-"
Liu Feng no le prestó más atención a ella y en vez de eso aceleró el paso para alcanzar a la persona que se había ido adelante.
Cualquier hombre que no haya tomado la mano de su esposa en matrimonio, definitivamente no se atrevería a ofenderla, mucho menos querría ofender a su otra mitad, de lo contrario, posiblemente su esposa podría salir volando.
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