The Demoness - Capítulo 6 Parte 5

Capítulo 6 Parte 5

Traducción: Koh
Edición: Perl
Corrección: Crys

Qu Qing Yin agarró sus manos: "Liu Feng, tú y yo aún no nos hemos casado, no es correcto que vayas."

Liu Feng suspiró fuertemente: "Qing Yin, por supuesto que es una obligación para mí cumplir con estas formalidades, creo que a los ancianos les gustaría ver que tienes a alguien en quien confiar para el resto de tu vida."

"Sin embargo, realmente estás equivocado esta vez" Insistió ella.

La mano de Liu Feng se elevó hasta su rostro, mirándola atentamente, su expresión no reveló ninguna información, él cerró los ojos, bajando la mano y agarrando sus hombros: "Bien entonces, ya que estás insistiendo tanto en esto, yo creo que tienes una razón por la que no puedes decírmelo."

Qu Qing Yin bajó la cabeza sin decir nada.

"Vete, no te tardes más, vuelve temprano, te estaré esperando en la posada."

Ella asintió con la cabeza, aceptando el paraguas antes de girarse y salir por la puerta.

Liu Feng la vio salir de la posada desde su lugar en la ventana, subir al carruaje de caballos y mezclarse gradualmente con la lluvia para desaparecer lentamente de su vista.

Se reclinó sobre el marco de la ventana con ambos brazos cruzados sobre su pecho. La expresión de su cara se oscurecio lentamente hasta ser más profunda que el agua.

¡Ella no confiaba en él!

A pesar de que ella se había entregado a él, todavía no confiaba en él.

Claramente había algo entre el corazón de la joven y el suyo, no visible, no tangible, pero definitivamente había algo que estaba ahí.

Había venido con ella a su ciudad natal, pero no podía seguirla para limpiar las tumbas.

No era que no pudiese seguirla sigilosamente, pero sabía que, si lo descubriese, la relación entre los 2 terminará allí, y ésta era probablemente la razón por la que estaba dispuesta a dejar que la siguiese tan fácilmente hasta su ciudad natal.

Ella siempre había sido una dama inteligente, tan lista que le daba algunos dolores de cabeza.
(C: ese es el precio de no escoger a una descerebrada, puedes mantener una conversación con ella y hasta practicar el ejercicio de la confianza XD)

*********

Era difícil viajar en un día lluvioso, el carruaje de caballos corrió despacio, y una vez llegado a la mitad del camino, el carruaje incluso quedó atrapado en el lodo, sin poder salir.

Qu Qing Yin abrió el paraguas y se bajó del carruaje, caminando hacia adelante.

Aquella lluvia que caía desde el tempestuoso cielo reflejaba el estado de ánimo de la joven, mientras caminaba por ese lugar: lleno de tristeza.

Cada año alrededor de esta época del año, era aquí cuando las cosas se sentían más difíciles, más miserables para ella. Desde que su Maestro falleció, se había quedado verdaderamente sola y sin familia, viviendo sola en este mundo. En el desierto, sin una sola alma que la acompañase, esa Qu Qing Yin que sostenía el paraguas de color amarillo albaricoque era como el humo, sin siquiera preocuparse por la cantidad de barro que ensuciaba su falda y sus zapatos bordados.
(C: puedes echarle la culpa a tu madre por ser una madre irresponsable y morirse todo porque su marido había muerto, dejándote sola :v)

Aproximadamente 4 horas más tarde, se detuvo frente a un pequeño y tranquilo pueblo.

Frente a ella había dos tumbas sobre las que colocó las ofrendas de frutas, para luego encender el incienso y el dinero fantasma*.
*(T: es el dinero que se incendia/prende en los funerales y ocasiones especiales a los familiares difuntos para proveerles prosperidad en el otro mundo)

"Shi Fu, él casi ha cometido más de una vida de pecados imperdonables*, a su tiempo Yin-er deberá ir a recoger su cadáver, cumpliendo el destino suyo y el de su maestro."
*(T: También sugiere que es hora de recibir el juicio final)

Qu Qing Yin observó mientras el dinero fantasma se consumía frente a la tumba de su Maestro, suspirando extendió la mano hacia la lápida y dijo en voz baja: "Pero Yin-er todavía no entiende, llegué a engañarte a ti, mi maestro, y traicionar a mis antepasados, ¿Por qué todavía me aceptaste como tu discípula? ¿Podría ser que…?, Incluso caminando por el camino equivocado, hay que caminarlo hasta el final, ¿Tal es esta realmente tu verdadera forma de trabajar?"

Entre sus palabras, el recuerdo de la vieja pero poderosa voz de su Maestro que decaía cada vez más ante sus ojos diciendo: Tu Maestro nunca ha admitido haber cometido ningún error en su vida.

Este Maestro de ella que nunca admitiría su error, ah ~…

El tiempo para tal ocasión había pasado, Qu Qing Yin una vez más se paró frente a ambas tumbas, titubeando repetidamente, antes de decir finalmente: "Padre, madre, su hija, ha conocido a alguien, desafortunadamente, esta persona es difícil de controlar, su Hija tomó una decisión en un momento de prisa, no sé cómo debería seguir desde allí." Su voz se cortó por un largo tiempo, antes de continuar. "Una vez que termine esta tarea, entre él y yo… si nuestro destino sigue intacto, entonces tu hija lo traerá para presentárselo a ambos y a mi Maestro."

Delante de las tumbas, las cenizas se mezclaron con el barro, las ofrendas de frutas permanecieron allí a pesar de la lluvia torrencial, pero frente a las tumbas, la figura suavemente esbelta ya no estaba allí.

No mucho tiempo después, Qu Qing Yin regresó al lugar donde el carruaje de caballos se había quedado atascado, el cochero que era honesto y sincero todavía la esperaba allí, por lo que ella se sentó en el carruaje y regresó a la pequeña ciudad llamada Ciudad de las Hojas Rojas.

El carruaje de caballos aparcó frente a la posada, e inmediatamente una mano levantó las cortinas del carruaje desde afuera.

Qu Qing Yin miró al dueño de la mano, sin decir una palabra.

Liu Feng en cambio, le ofreció una mano y le dijo: "Ven, te ayudaré."